Egoísta & efímero

Egoísta & efímero

Lamentablemente, es mas fácil para uno herir gravemente a las personas que mas cerca estan. Esto es un hecho.

Pero, tambien un hecho, es que el ser humano es egoísta por naturaleza. Uno buscará siempre su bienestar, lograr sus objetivos, metas. Sentirse satisfecho con sus acciones y decisiones.

Entonces, ¿en qué posición queda uno al decir lo que siente a una persona cercana y herirla? ¿Somos malos? ¿Somos buenos? Gente mucho mas brillante que nosotros se hicieron esta misma pregunta y creo que no se ha logrado sintetizar una respuesta definitiva.

Creo entonces que si al decir algo a una persona querida y al lastimarla en el proceso, uno se encuentra en un estádo cuántico, a-la-Schröedinger: malo y bueno al mismo tiempo. Y es importante desarrollar esto.

Por un lado, uno cruza líneas que no debieran ser cruzadas. Toca cosas que no deben ser tocadas. Modifica pensamientos, ideas, que no debieran ser modificadas. La visión de uno por parte del afectado cambia drásticamente, destruyendo, a veces irreversiblemente, el enlace previamente existente.

Por otro lado, creo que una de las cosas mas valiosas que uno puede regalar a otra persona es la verdad. Ese sentimiento puro y verdadero emanado del alma misma. De días, noches, horas que pasaron pensando, ponderando, considerando a esa persona.

Pero la verdad puede ser taxativa para el otro. La verdad pura suele ser pesada. Y uno puede tan solo confiar que su percepciòn de la otra persona sea la correcta.

Entonces, tal vez pecando de pretencioso, creo que no está mal presentar a los pies de esa persona nuestra verdad. Es un regalo, peligroso, poderoso. Pero regalo al fin.

Y creo que, asi como hay belleza en la creación, en el cultivo de una relación, un hijo, una familia, una amistad, también hay belleza en la destruccion.

Porque así como los animales, las plantas, las estrellas brillando sobre nosotros en la oscuridad de la noche, hay belleza en su creación.

Y también hay belleza en su destrucción. Porque sabemos que son efímeros, y es un privilegio haberlos disfrutado.

Hay belleza en la muerte de un ser querido que ha vivido una vida plena, un amigo que partió a un lugar mejor, un animal que sus ojos cierra, una canción que llega a su fin, una pintura que una vez vista no puede dejarse de ver nunca más.

Es así que uno debe decidir: ¿cuáles serán las experiencias que me llevaré conmigo? ¿El dolor? ¿O acaso serán los momentos vividos, las risas, los rubores, la luz de los ojos de esa persona?

Creo que será mejor tomar los buenos momentos y seguir adelante. Los momentos vividos, así como la primera vez que uno oye una canción, como la primera vez que se contempla una pintura, son momentos inalterables, perennes, inmutables, grabados en sangre, sudor y lágrimas en la piedra del muro de los lamentos de nuestra memoria.

Te recuerdo siempre. Te deseo todo lo mejor.

Bon voyage, y que tengas una buena vida.

Somos efímeros. Disfrutemos de lo hermoso de nuestro corto pasar.

Sería felíz contigo, pero me hace más felíz saber que elegiste tu propio camino.

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