El Doctor

El Doctor

Mamá tenía un amigo. El Doctor.

Cada vez que El Doctor iba a casa, recuerdo, era alegría.

Recuerdo que, cuando se sentaba en el sofá de la sala, sacaba de un pequeño estuche de cuero oscuro una pipa y una bolsita de plástico celeste. El olor del humo de la pipa del Doctor me fascinaba.

Después, mamá falleció. Y nunca más volví a ver al Doctor. Escuché que su señora había publicado sus memorias, pero nada mas.

Muchos años despues, voy caminando por un lugar y huelo algo familiar. Algo que me lleva, con mucha fuerza, muy atras.

Era el aroma de la pipa del Doctor.

Siguiendo la traza, encontré el lugar. Una tabaquería. Y en el mostrador, la bolsita. La misma bolsita que tenía El Doctor en su estuche de cuero oscuro.

Entonces, pedí una bolsita del tabaco del Doctor, una pipa de maíz y un encendedor.

Cada vez que prendo mi pipa, recuerdo al Doctor.

Recuerdo a mamá charlando con El Doctor.

La recuerdo felíz.

Muchos años pasaron ya. No recuerdo ni su voz, y su rostro cada vez se borra mas y mas.

Pero, el humo de mi pipa trae consigo recuerdos de antes. Recuerdos de cuando era todo mas simple.

Recuerdos de ella teniendo una conversación cándida.

Como buen médico, cuando no pudo curar, dio consuelo.

Gracias Doctor, por dejarme esa última línea con ella.

Te recuerdo siempre, Don Enzo.